ALMUERZOS Y MERIENDAS

 Realizar un total de 5 comidas diarias asegura no llegar a las principales con un hambre voraz que lo único que nos proporciona son descargas desmesuradas de insulina en sangre y aumento de peso a largo plazo.

Por ello, el almuerzo y la merienda son tentempiés a realizar sin excusa, pero, ¿qué comer en estos "breaks"?

• Fruta  
• Yogur
• Pequeño bocadillo (cuidado con lo que ponemos entre el pan: reducir la ingesta de embutidos).
• Tostada con aceite de oliva y tomate/jamón cocido/queso...
• Zumos SIN AZÚCARES AÑADIDOS (somos muy dados a tomar zumos envasados que, en muchos casos, solo nos aportan azúcar. Cuidado también con los "batidos de fruta y leche". Si leéis la etiqueta, os daréis cuenta de qué proporción de fruta y leche llevan: un suspiro).
• Rosquilletas:

              - A poder ser, elegiremos las artesanales (de las blancas y largas de siempre, elaboradas con aceite de oliva o de girasol).
            - Ojo con las que llevan incorporados frutos secos (pipas, cacaos...). ¡Un paquete de 6 puede llegar a tener las mismas calorías que una bolsa de papas! Cuidado con la publicidad. Leed bien las etiquetas: no porque sean "integrales" van a tener menos calorías o grasas.

Podemos combinar algunos de estos alimentos entre sí. Por ejemplo, rosquilletas+fruta.

Eso sí, debemos poner atención a las cantidades. Sobretodo en los niños, ¡no podemos pretender que un niño de 7 años se coma el mismo bocadillo que uno de 10! Siendo así, sería lógico que a la hora de comer o de cenar no tuviera hambre. Es preferible que se queden con un poquito de hambre que que tiren el almuerzo porque no pueden más.

Estos serían los alimentos de los que no abusaríamos (podríamos comerlos 1 vez a la semana como máximo. Si es 1 vez cada 2 semanas, mejor que mejor):

• bollería industrial (aquí incluimos también determinadas galletas, ricas en azúcares y grasas saturadas)
• embutido
• patatas fritas y/o bacon.
• snacks
• golosinas
• zumos con azúcar añadido