Ya por el siglo XIX, la que es catalogada como la pionera de la Profesión Enfermera, Florence Nightingale, dio con la clave de la transmisión de enfermedades contagiosas: la falta de higiene de manos. A partir de ahí, de sobra es conocido que debemos lavarnos a menudo las manos, especialmente después de ir al baño o manipular pañales y antes de comer. Pero a menudo se nos olvida...
La aparición de la famosa "gripe A" trajo consigo una mayor concienciación de la importancia del lavado de manos en la previsión del contagio de la enfermedad y se pusieron de moda los geles higienizantes a base de alcohol. Sirva este post para recordar que estas soluciones hidroalcohólicas NO SIRVEN PARA QUITAR LA SUCIEDAD, sino para desinfectar manos limpias. En los otros casos, SIEMPRE hay que lavarse con AGUA Y JABÓN (sigue habiendo infinidad de gente que solo lo hace con agua...).
Por desgracia, ahora está en boca de todos la transmisión del Ébola. Que sirva esto también para darnos cuenta de cuan importante es lavarse a menudo las manos.
Y por último, hacer una puntualización sobre lo que hacemos cuando estornudamos o tosemos. Normalmente tenemos la costumbre de taparnos la boca con la mano, no? ¡¡¡EQUIVOCACIÓN!!! De este modo, aseguramos llenarnos las palmas de infinidad de gérmenes potencialmente contagiosos!!! Hacedlo siempre sobre la flexura del brazo o sobre un pañuelo desechable.
Aprovechando la circunstancia, para evaluar los conocimientos adquiridos al respecto por alumnos de 2º de primaria, os adjunto una ficha con actividades sobre la higiene corporal y, en especial, sobre el lavado de manos:
Recuerda: POR EL BIEN DE TODOS, LÁVATE LAS MANOS A MENUDO CON AGUA Y JABÓN
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